La soya y sus secretos
Reunimos en un corto texto la historia detrás de este ingrediente apreciado en China y ahora en América Latina.
El frijol de soya ha formado parte esencial de la dieta de los chinos desde hace 5000 años y durante siglos muchos países asiáticos han consumido una amplia gama de productos derivados de este alimento. En la actualidad, los científicos le atribuyen a las dietas ricas en soya la buena salud cardiaca y la longevidad de dichas poblaciones.
Por su parte, los Estados Unidos han cultivado fríjol de soya desde el siglo XVIII, apenas una fracción del tiempo que han empleado los países asiáticos. Su aceptación como un producto para la alimentación humana ha sido lento, puesto que inicialmente era considerado como exclusivo de la engorda animal.
Sin embargo, esa opinión empezó a cambiar a principios de los años 1900, cuando personalidades como Henry Ford comenzaron a explorar el papel de la soya como fuente de nutrición humana; así, poco a poco la soya fue integrándose a la dieta de los estadounidenses. No obstante, los habitantes vacilaron en aceptar por completo este alimento porque en aquella época los productos derivados de la soya estaban diseñados para paladares más que todo asiáticos.
En los últimos 30 años todo ha cambiado: la calidad de los productos que se elaboran a partir de la soya han mejorado sustancialmente. Cada vez se desarrollan más productos encaminados a responder al gusto y al estilo de vida de la región.