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La chuleta de cerdo es un corte pequeño sacado del lomo ancho, una de las piezas principales del cerdo. En uno de sus extremos traen una porción de hueso, normalmente de vértebra. Su carne es tierna y jugosa.
La chuleta es un corte ideal para asar, freír y preparar a la milanesa, aunque también se puede cocinar a fuego lento en cerveza, sidra, agua u otros medios líquidos. Funciona bien para incluirla en parrilladas, sin embargo, hay que tener en cuenta que el corte debe ser ancho y en lo posible tener grasa en los bordes, para que la carne no se seque.
Compre la carne de cerdo en sitios higiénicos y seguros, dotados de neveras adecuadas. Si la compra empacada, prefiera los empaques al vacío o de bandejas envueltas en plástico adhesivo y revise que no estén rotos. Verifique la fecha de caducidad en la etiqueta. No compre ni consuma carne vencida ni de color gris o rojo. La carne de cerdo fresca es de color rosado pálido o algo más oscuro y la grasa es blanca y más suave que la de otras carnes.
Refrigere, congele ó cocine la carne tan pronto como llegue a su casa. La temperatura de refrigeración óptima es de 3º a 5 ºC y la de congelación de -10 ºC . Refrigérela ó congélela en forma plana para que el frío penetre bien hasta el centro del producto. No olvide que el periodo de conservación del cerdo en menor que para otras carnes.