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Las costillas de cerdo son un corte especial que contiene partes óseas y ofrece alternancia de hueso y carne. Se sacan de la parte superior del costillar y se venden en un solo corte o separadas, cada una con su hueso y su cartílago. El costillar suele cortarse en porciones de dos o tres costillas y cuando supera las cinco, se le denomina rack.
Las preparaciones más habituales de las costillas de cerdo son asadas a la parrilla, horneadas, ahumadas y fritas, y suelen acompañarse con salsa barbecue. Sin embargo, también se pueden estofar y cocinar en agua.
Compre la carne de cerdo en sitios higiénicos y seguros, dotados de neveras adecuadas. Si la compra empacada, prefiera los empaques al vacío o de bandejas envueltas en plástico adhesivo y revise que no estén rotos. Verifique la fecha de caducidad en la etiqueta. No compre ni consuma carne vencida ni de color gris o rojo. La carne de cerdo fresca es de color rosado pálido o algo más oscuro y la grasa es blanca y más suave que la de otras carnes.
Refrigere, congele ó cocine la carne tan pronto como llegue a su casa. La temperatura de refrigeración óptima es de 3º a 5 ºC y la de congelación de -10 ºC . Refrigérela ó congélela en forma plana para que el frío penetre bien hasta el centro del producto. No olvide que el periodo de conservación del cerdo en menor que para otras carnes.