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El curry genuino proviene del un árbol tropical originario del sureste asiático. Sus hojas tienen un aroma único y un delicioso sabor ligeramente picante, por lo que se usan desde hace siglos en muchas recetas tradicionales de esa región. En el siglo XVIII, los súbditos del Imperio Británico quisieron comercializar el curry en Europa, pero tuvieron problemas pues a los dos o tres días ya había perdido su aroma y sabor. Fue así como los comerciantes ingleses decidieron mezclarlo con otras especias y dieron lugar a las mezclas que hoy conocemos como curry.
Use la especia molida o en salsa para preparar arroces, verduras, estofados de carne y aves, leguminosas.
El curry puro no se consigue en nuestros mercados. Viene en polvo o en salsa, y mezclado con distintas especias como cúrcuma, cilantro, pimienta, comino, cebolla seca, tamarindo, cardamomo, jengibre, nuez moscada, pimienta cayena, azafrán, fenogreco, canela, albahaca o mostaza.
Consérvelo en recipientes herméticos y protegido de la luz.