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El dátil es el fruto de la palmera datilera, que crece en climas cálidos secos. Es una baya alargada, de color amarillo dorado, que toma un tono parduzco cuando está madura. Aunque no se tiene certeza sobre su verdadero origen, se cree que este se sitúa en Oriente Medio. Allí, al igual que en el norte de África, desde hace miles de años ha sido un alimento básico y es llamado “pan del desierto”. El dátil no se somete a un proceso de deshidratación, sino que se deja secar al sol en su palmera.
Consúmalo solo como snack o úselo en rellenos, guisos de carne, estofados, arroces, cuscús, postres, bizcochos, galletas, panes y panecillos dulces.
Los dátiles secos se consiguen en mercados y supermercados. Sin importar su presentación, deben oler a miel. Rechace aquellos que luzcan marchitos o con manchas.
Guarde los dátiles secos en la nevera, envueltos en papel film; o a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco, muy bien envueltos.