Fríjoles

Los fríjoles que consumimos son las semillas contenidas dentro de los frutos en forma de vaina de la planta de fríjol, una de las primeras domesticadas y cultivadas por el hombre para alimentarse. Nativo de México y Guatemala, el fríjol hoy forma parte de la dieta habitual de todos los países de América Central y del Sur, y de igual forma, se cultiva y consume en todo el mundo. Existe en cientos de variedades.

La mayoría de variedades de fríjol se usan desgranados y secos, aunque también puede preparar fríjoles frescos. Los frijoles secos se lavan y se les quitan las impurezas para dejarlos remojando en agua durante la noche. Al día siguiente se cocinan a fuego lento en el agua del remojo. Úselos en variedad de platos salados, solos o mezclados con carnes y otros ingredientes.

Compre fríjoles frescos y secos en mercados y supermercados. Si los compra frescos, elija vainas cerradas, firmes, de color brillante y que, al doblarlas, chasqueen y se partan en dos. Rechace los fríjoles opacos y blandos. Si los compra secos, verifique que los granos estén enteros y no traigan tantas impurezas.
Consuma lo antes posible los fríjoles frescos o guárdelos en la nevera dentro de una bolsa plástica cerrada. Conserve los fríjoles secos dentro de un recipiente hermético, en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.