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El ruibarbo es una planta que crece silvestre en los alrededores del río Volga, en Eurasia, de donde es originario. Hoy se cultiva alrededor del mundo en todas sus variedades. Su tallo bicolor combina el verde y el rojo en venas parecidas a las del apio y tiene un característico sabor ácido y astringente. Es, además, la única parte comestible de la planta, dado que sus hojas son tóxicas. Sin embargo, los tallos crudos deben consumirse con moderación por su contenido en ácido oxálico.
Algunas variedades de ruibarbo son muy fibrosas y se aconseja pelar los tallos finamente. Úselo estofado, horneado o asado en bizcochos, tartas, muffins, postres cremosos, salsas para carnes y pescado, mermeladas y conservas.
El ruibarbo se encuentra fresco y en conserva. Si lo compra fresco, elija tallos firmes y de color brillante, y revise que los extremos de corte se vean frescos y no estén secos.
Guarde los tallos de ruibarbo en la nevera, envueltos en papel absorbente y dentro de una bolsa plástica. Así no se resecarán.