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La sal es quizás el condimento más antiguo del mundo. También se ha usado como conservante de alimentos desde tiempos remotos. Está compuesta de cristales de cloruro de sodio y se puede extraer de rocas subterráneas (sal gema o de roca) o del agua de mar o de manantiales. Se llama sal común a la sal fina o de mesa, que es por lo general sal gema refinada y molida en granos muy finos, con adición de yodo en algunos casos.
La sal es un condimento indispensable para realzar el sabor de los alimentos. Puede saborizarla con especias, ajo u otros ingredientes. Úsela también como conservante de alimentos.
La sal se vende en distintas presentaciones: bolsas, cajas, saleros. Elija la que se ajuste a sus preferencias y necesidades. Igualmente, puede elegir entre sal con o sin adición de yodo o fluór, o sal ligth sin sodio.
Almacene la sal en un lugar seco, en recipientes muy bien tapados. Ante todo protéjala de la humedad. Puede mezclarle unos granos de arroz para evitar que absorba la humedad del ambiente.