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Otros nombres: Semillas de lino
Las semillas de linaza provienen de la planta de lino, que se cultiva en climas templados tropicales y de la cual también se extrae la fibra para hacer telas, que conocemos como lino. Pequeñas y de color pardo, las semillas son ricas en fibra y en ácidos grasos esenciales (Omega 3, 6 y 9) y se les atribuyen distintas bondades curativas. Su olor es dulce, al igual que su suave sabor a nuez.
Fría en seco las semillas enteras o partidas para mejorar su sabor. Molidas es como mejor se digieren. Úselas en granola, galletas, tortas, panes, sopas, pancakes, smoothies.
Las semillas de linaza se consiguen en supermercados y tiendas naturistas. Elija semillas limpias, sin manchas, de olor dulce. No compre aquellas de olor amargo pues pueden estar rancias.
Conserve las semillas enteras dentro de un recipiente hermético, en un lugar fresco, oscuro y seco.
Guarde la linaza molida en un recipiente hermético, en un lugar fresco, oscuro y seco y úsela lo antes posible pues es más perecedera. También la puede conservar en la nevera o incluso en el congelador.