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8 Personas
20 min
1 h
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Esta receta es una opción fácil para llevar en la lonchera como acompañamiento de un plato principal. Puede comerse frío o caliente.
8 Personas
20 min
1 h
6 tajadas de tocineta
1 cebolla blanca finamente picada
3 1/2 tazas de calabacín verde rallado con cáscara
1 taza de queso holandés rallado
2 tazas de harina
1 cucharadita de polvo para hornear
1/2 taza de aceite de girasol
5 huevos
Sal y pimienta al gusto
Molde
1/4 de taza de mantequilla derretida
Miga de pan para preparar el molde
1. Precaliente el horno a 375 °F (190 °C). Pique la tocineta en cuadritos y sofríala en una sartén a fuego medio alto hasta que esté crocante y reserve.
2. En dos cucharadas de la grasa de la tocineta, saltee la cebolla hasta que esté transparente y deje enfriar.
3. Aparte, en un recipiente mezcle el calabacín con el resto de los ingredientes, sazone con sal y pimienta al gusto y revuelva bien.
4. Prepare un molde de veinte por veinte centímetros y con ayuda de una brocha, barnícelo con mantequilla derretida y luego espolvoréelo con la miga de pan. Vierta la mezcla de calabacín en el molde y hornee de 45 a 60 minutos o hasta que esté firme al tacto y observe que los bordes se están separando. Retire del horno y deje reposar por 10 minutos. Desmolde la torta de calabacín y corte en cubos de 5 centímetros.