1 mango Tommy cortado en cubos pequeños
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
Pimienta negra al gusto
250 g de mermelada de duraznos
500 g de masa de hojaldre
1 huevo
100 g de azúcar morena

1. Precaliente el horno a una temperatura de 350 °F (180 °C). En un recipiente, mezcle el mango con las dos cucharas de azúcar y déjelo macerar hasta que suelte jugo. Agréguele el jengibre, la pimienta y la mermelada. Reserve.
2. Aparte, estire la masa de hojaldre sobre una superficie plana con la ayuda de un rodillo, formando un rectángulo. Con la ayuda de un cortador de galletas, realice círculos de 13 centímetros de diámetro sobre la masa. Son necesarios dos círculos para cada uno de los pasteles. Pinche suavemente la mitad de los círculos con la ayuda de un tenedor. Luego pinte los bordes con huevo y ponga una cucharada del relleno de mango.
3. Cubra con otro círculo de masa y realice una leve presión en los bordes para adherirlos. Pinte los pasteles con huevo y espolvoréelos con azúcar morena.
4. Disponga los pasteles en una placa para hornear y llévelos al refrigerador por una 1 hora para que reposen y se endurezcan. Hornéelos hasta que estén dorados.