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8 Porciones
20 min
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¿Quién puede resistirse ante una pizza artesanal? Esta receta con sello italiano es ideal para disfrutar cualquier día de la semana, ya sea para un plan romántico o familiar.
8 Porciones
20 min
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Masa
8 tazas de harina de trigo
25 g de levadura fresca
2 tazas de agua a temperatura ambiente
1 cucharada de sal
3 cucharadas de aceite de oliva
Salsa
500 g de tomates chontos maduros
1/2 taza de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Cubierta
Queso mozzarella al gusto cortado en cubos o en trozos rústicos
Hojas de albahaca fresca
Aceite de oliva
Para elaborar la masa, ponga parte de la harina en un recipiente hondo. Haga un hueco en el centro y agregue la levadura previamente disuelta en el agua. Amase la masa suavemente trabajando de adentro hacia afuera para que la levadura se mezcle gradualmente con la harina. Adicione el aceite de oliva y la sal y siga mezclando hasta obtener una masa pegajosa, pero firme. Enharine el mesón y trabaje la masa hasta que se despegue de la superficie con facilidad, pero que esté suave y homogénea. Dispóngala en un recipiente ligeramente engrasado y tápela con un paño húmedo. Reserve.
Para hacer la salsa, marine los tomates con aceite de oliva, sal y pimienta. Hornéelos a temperatura media hasta que la piel se desprenda y procéselos. Reserve.
Estire la masa de forma pareja en un mesón enharinado hasta darle el grosor y el tamaño deseado, y cubra con una capa uniforme de salsa. Distribuya los trozos de queso y hornee a 375 °F (190 °C) hasta que la pizza esté cocida y ligeramente tostada en los bordes (rotándola para que se cocine de forma pareja, si es necesario).
Decórela con las hojas de albahaca, agregue un poco de aceite de oliva y sírvala.