Masa quebrada
1 3/4 tazas de harina
1 cucharadita de sal
1 taza de margarina fría cortada en cubos
2 yemas
Agua fría

Relleno
250 g de tocineta
1 cebolla blanca finamente picada
4 huevos
3/4 de taza de crema de leche
1/4 de taza de leche
1/2 taza de queso gruyère rallado
4 cucharadas de vino blanco
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto

1. Cierna la harina y agréguela a un recipiente amplio con un poco de sal. Mezcle con la margarina usando una espátula de manera que la harina se impregne de las partículas de grasa y comience a tomar un color amarillento.
2. Con la ayuda de las manos, frote la mezcla de harina y margarina hasta que adquiera una textura arenosa.
3. Agregue las yemas y continúe el amasado, si es necesario añada un poco de agua fría para formar una masa. Cúbrala con papel film y llévela al refrigerador por 1 hora.
4. Estire la masa con un rodillo y forre un molde para tarta. Congele por 30 minutos. Retire del frío, ponga fríjoles crudos sobre la masa para hacer peso y evitar que pierda su forma.
5. Hornee a 350 °F (180 °C) hasta que el borde se dore. Deseche los fríjoles y deje enfriar.
6. Para el relleno, saltee la tocineta por 5 minutos en el aceite de oliva. Agregue la cebolla y espere a que se ponga transparente. Retire del fuego y deje enfriar.
7. Aparte, bata los huevos con la crema, la leche, el vino, el queso gruyère, el salteado de tocineta y condimente con sal y pimienta. Vierta el relleno en la tarta y llévela al horno a 350 °F (180 °C) durante 15 minutos.