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Este delicioso plato tailandes puede acompañarse con una salsa agridulce a base de jugo de piña, pues el contraste de sabores resulta ideal. Para maridar los vinos blancos serán una gran opción. Un Viogner es una opción interesante, pues se identifica por sus tonos de frutas, como el de durazno blanco.
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2 pechugas de pollo grandes, sin piel y deshuesadas
1 clara de huevo
1 cucharada de salsa de ostras
1/2 cucharadita de ajo rallado
1 cucharadita de jengibre rallado
4 tallos de limonaria gruesos
1 taza de maicena
1 taza de coco rallado sin azúcar
Aceite para freír
1. Corte las pechugas en tiras gruesas y macérelas en una mezcla de clara de huevo, salsa de ostras, ajo y jengibre rallado durante cinco minutos.
2. Ensarte cuidadosamente las tiras de pechuga en los tallos de limonaria. Aparte, mezcle la maicena con el coco rallado y pase los satays por esta mezcla de tal forma que queden bien cubiertos.
3. Fríalos en aceite caliente durante cuatro o cinco minutos o hasta que doren. Acompañe con salsa agridulce.
ENSUMESA LE SUGIERE
El pollo es uno de los alimentos más delicados que existen. Para evitar la aparición de bacterias potencialmente peligrosas es recomendable consumirlo el mismo día de la compra y no interrumpir la cadena de frío, de no ser así es mejor congelarlo. A la hora de cortarlo en crudo es importante hacerlo sobre una tabla de plástico o de cualquier otro material inorgánico.