4 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de mostaza a la antigua
1 limón (ralladura)
1 taza de leche
1/2 cucharada de sal
Pimienta al gusto
Páprika al gusto
1 taza de yogur griego
10 claras de huevo
1 cebolla blanca
1 berenjena grande
1 taza de espinaca
1/4 de taza de tomates secos
12 rebanadas delgadas de pan campesino
1 taza de queso mozzarella rallado
Albahaca fresca al gusto

Precaliente el horno a 177 °C / 350 °F. Engrase con aceite de oliva un molde cuadrado de 22 centímetros por cada lado.

En un recipiente bata el aceite de oliva con la mostaza, la ralladura de limón, la leche, la sal, la pimienta y la páprika, hasta incorporar todos los ingredientes. Adicione el yogur y las claras de huevo.

Aparte, corte la cebolla en plumas, la berenjena en láminas, la espinaca en tiras y pique los tomates secos.

En una sartén con un poco de aceite de oliva cocine la cebolla a fuego medio, hasta que caramelice. Rectifique sal y pimienta. Retire. En la misma sartén, a fuego medio y con un poco más de aceite, adicione las berenjenas. Déjelas dorar por ambos lados. Salpimiente. Reserve.

Sobre un molde disponga las láminas de pan intercalando con capas de cada vegetal, tres cuartos de la cantidad de queso y por último la albahaca. Vierta encima la preparación con las claras de huevo y termine espolvoreando el queso restante. Cubra con papel film y refrigere la strata por lo menos 1 hora para que el pan se empape de todos los sabores. Retire el papel y lleve al horno por 50 minutos hasta que el centro tome consistencia y los bordes estén dorados. Para servir vierta un poco de aceite de oliva y de albahaca fresca picada.