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Una tartaleta marcada por la presencia de chorizo, condimentos y queso gruyère, se relaciona con un vino tinto Cabernet Sauvignon, armónico, con notas a frutos rojos maduros y un sutil paso por madera.
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Tartaletas
250 g de harina de trigo
125 g de mantequilla
3 cucharadas de agua
1 huevo
1/2 cucharadita de sal
Relleno
250 g de chorizo
1 cucharadita de aceite de oliva
4 huevos
100 g de queso gruyère rallado
Sal y pimienta al gusto
1. Tamice la harina en un recipiente. Corte la mantequilla en cubos e incorpórela a la harina frotándola entre sus manos hasta lograr una textura de arena. Agregue el huevo, la sal y el agua para que la mezcla se compacte y pueda formar una bola. Amase por 3 minutos y envuélvala en plástico o papel film. Lleve al refrigerador por 30 minutos.
2. Precaliente el horno a 400 °F (200 °C). Engrase los moldes para tartaleta. Aparte, extienda la masa sobre una superficie previamente enharinada hasta dejarla de 4 milímetros de grosor. Córtela en discos del tamaño de los moldes y fórrelos. Pinche la superficie de la masa con la ayuda de un tenedor y lleve los moldes con la masa al horno por 8 minutos o hasta que doren. Retire del horno y deje enfriar.
3. Aparte, corte el chorizo en trozos y desmenúcelo. Caliente el aceite de oliva en una sartén a fuego medio y saltee los trozos de chorizo hasta que estén dorados. Descarte el excedente de grasa y déjelos enfriar.
4. Bata los huevos junto con la sal y la pimienta. Añada el queso gruyère rallado y los trozos de chorizo. Rellene las tartaletas con esta mezcla y llévelas al horno precalentado a 400 °F (200 °C) durante 20 minutos. Retire y sirva tibio.